Leyenda urbana

Había sido un miércoles muy duro, más llamadas de las que soy capaz de atender y con un dolor de cabeza insoportable.

Llego a mi barrio, camino conocido a casa, cuesta peatonal entre la iglesia y el mercado de Las Ventas. Mi mirada se desvía a una bandolera en el suelo. Me acerco la recojo y en un rápido reconocimiento, me parece ver que contiene lo típico, una cartera, tabaco y un móvil. Observo que la cartera tiene dinero -un billete de 10 y algunas monedas-, documentación y un montón de papelajos inservibles que los hombres solemos llevar en el culo y que éste los llevaba en la bandolera; decido llevarla a una comisaría cercana pero una necesidad más apremiante (llamémosle vejiga en expansión) me obliga a ir a mi casa.

Después de solucionar el apremio, la curiosidad me aborda y me decido a mirar con más atención la bandolera.
Lo dicho, cartera, tabaco, móvil de la misma marca que el mío, unos tres gramos de hachis y papelillos. No puedo llevarla a la comisaría, o al menos no con todas sus pertenencias.

Abro la cartera

DNI Victor Huidrobo, Madrid Febrero de 1972. Desde el frontal del documento me mira un tío con pelo largo y liso estilo Bruce Dickinson. No puedo evitarlo, me viene a la memoria una vieja leyenda urbana de mi barrio de los tiempos en que la Sala Canciller -el templo del Heavy Metal por excelencia- estaba abierta.
En mi barrio siempre se decía que si te encontrabas una tarjeta de crédito en la zona del Canci tenías muchas posibilidades de poder sacar dinero, ya que todos los heavies tenían el mismo número clave.

Con dos cojones, pienso, me voy al cajero. Introduzco la tarjeta - teclee su número personal- "0666" - ¿Qué operación desea realizar? - Sacar dinero - 50 Euros- "Esta operación no tiene comisión" (joder la leyenda sigue en pie) "FELICIDADES SR.HUIDROBO"

¿Felicidades? Vuelvo a casa y compruebo la documentación: Victor Huidrobo - Madrid 15 de Febrero de 1972- ¡Joder es su cumpleaños!

Decido que no le puedo hacer esa putada, desbloqueo el teclado del móvil y miro la agenda de teléfonos. CASA marco y una voz de una señorita me dice ¿siiii...?
-¿Victor Huidrobo? -Un momento ahora se pone.
-¿Quién es?
-Perdona me llamo Isaac y me he encontrado tu bandolera en la calle, si eres del barrio podemos quedar ahora y te la doy, tranquilo, no te han robado nada tienes el tabaco, el costo y unos 60 Euros.
-¿60 euros?

Quedamos en un garito del barrio, me invitó a unas cervezas y a unos petas, hablamos de la época del Canci y de "lo divino y lo humano" y nos fuímos cada uno a nuestros respectivos hogares.

Lo que más me extraño es que no dijera nada cuando abrió la cartera y vio los 50 euros de más con el recibo correspondiente del cajero. Pero sí vi una gran cara de asombro cuando al despedirnos le dije "FELICIDADES"


* Este relato es casi en su totalidad falso, es una mezcla de mis paranoias personales con anécdotas vividas.

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